martes, 9 de julio de 2013

De pintxos…, con “tx”

El pintxo en cuestión
Fotografía: SMR el Kurras
Ya lo dice la Dirección General de Tráfico y en estas fechas nunca está de más recordarlo: es necesario hacer un descanso cada doscientos kilómetros o al menos cada dos horas de conducción. Estando ya en periodo vacacional, inmersos en el fatídico e indigno calor estival que nos aleja del huevo y nos sumerge en la insípida huevina, nos vemos obligados a recopilar nuestros audaces pasos en pos de la TORTILLA DE PATATAS. La estadística, esa ciencia basada en el error, nos ofrece datos reveladores.

Detengámonos en la procedencia geográfica de las tortillas documentadas. Casi un cuarenta por ciento se corresponde con muestras valencianas; en segunda posición, una de cada cuatro tortillas diseccionadas provenían de León; la medalla de bronce correspondería a las tortillas madrileñas con algo más del veintiún por ciento del muestreo; y, por último pero no por ello peor, hemos considerado casos residuales obtenidos a través de diferentes corresponsalías.


Prueba de la estancia
Fotografía: SMR el Kurras
La estadística ofrece unas conclusiones muy simples: hay una mayoría de tortillas valencianas porque en la ciudad del Turia está la sede central del Territorio Tortilla; en segundo lugar, León porque allí hemos destacado uno de nuestros laboratorios de I+D+i bajo la atenta dirección del Pater Juliano; en Madrid Una de Puertollano ha abierto sucursal mientras su amantísimo y atractivo esposo mantiene una activa corresponsalía siempre bien agradecida (va por ti, SMR el Kurras). A la vista de estos datos, una duda nos corroe: ¿No existe una crónica de una tortilla vasca siendo tierra por excelencia de cocineros y de sociedades gastronómicas?

De nuevo, mochila al hombro y cámara en ristre, SMR el Kurras acompañado por Una de Puertollano se lanzaron a los polvorientos caminos en ruta hacia Donosti. En tan magna empresa necesitaban de audaces sherpas que guiasen sus pasos (gracias a TERESA y ALBERTO, experimentados guías en el mundo pintxo que ahora ocupan un lugar de honor en el parnaso tortillero). Si dudáis de la presencia de Kurras en el País Vasco, no dejéis de observar la servilleta del local. Desde Territorio Tortilla nos jactamos de ser especialmente exigentes con nuestros colaboradores y exigirles pruebas fehacientes de sus crónicas. Demostrada su estadía, comenzamos su asombroso relato:

El lado salvaje de lo humano
Fotografía: SMR el Kurras
Tras un vespertino paseo admirando las beldades de la playa de la Contxa bajo los rayos por primera vez estivales del presente año, fuimos perfectamente guiados por nuestros anfitriones, Teresa y Alberto, en el costumbrista mundo de los pintxos donostiarras. (Sí, ¿pero la tortilla?)
Habiendo catado lo que la economía nos permitía, nos adentramos en el último establecimiento para culminar tan magnífica jornada.
Y allí, entre la pléyade de oferta gastronómica dispuesta sobre la barra del local, destacaba la singular forma de Tortilla.
Pero hete aquí que me asaltó un dilema pues dos eran las especies que entronizaban los pintxos: por un lado la tradicional tortilla de patatas, éxtasis culinario del orbe gastronómico; y por otro la variación local, la tortilla de bacalao.
Insuflado del espíritu investigador que la misión tortillera me obliga, me decidí por la variación local (de hecho todos escogimos la tortilla de bacalao).
Un primer comentario de Una de Puertollano fue su falta de sal (aspecto en el que no fui educado para su distinción, por eso me fío de ella)
Por cierto, el nombre del bar: Bartolo
Pero en general jugosa, con buena presencia, ni muy hecha ni muy cruda, y con un sabor muy característico otorgado por el bacalao, generosos en su cantidad.

Primer plano
Fotografía: SMR el Kurras
Si la tortilla de patatas es poesía culinaria, las palabras de SMR el Kurras, con las debidas apreciaciones de Una de Puertollano, son prosa encadenada y trabada con fluida maestría. Qué lujo de palabras, qué rítmica composición que llena de belleza nuestros sentidos… SMR el Kurras, de nuevo, convirtió sus expresivas palabras en enfurecidas olas cantábricas, y transformó su porte varonil y elegante en bravo Tritón que doma con determinación las hordas de bacalaos que nadan en las frías aguas del norte para convertir al noble pez en exquisito manjar tortillero.

¡Tres hurras marineros por quién decidió combinar bacalao y tortilla de patatas!

¡Tres hurras por el pirata y señora que nos acercaron este tesoro tortillero!

3 comentarios:

  1. Me sorprendió gratamente. No soy de pescado, pero este pintxo estaba riquísimo. Eso sí, llena...

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  2. Siempre un placer al servicio de la Tortilla

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  3. Hombre, es para llenar: Bacalao+Patata+Huevo=almax a cascoporro

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