miércoles, 19 de septiembre de 2012

Alabanza y loa a la tortilla de patatas desconocida

Las manos de Pater Juliano convierten la tortilla en arte
Fotografía: Pater Juliano
¡Tortilleros y tortilleras del mundo! ¡Uníos!
En estos tiempos de incertidumbres, de nubes grises que no nos dejan ver el sol, en estos días de ira y furia, quiero que todos alcemos nuestras voces en sentido homenaje a esa tortilla de patatas anónima, desconocida y discreta, que ha iluminado nuestros caminos y nos ha guiado por las sendas de la verdad y la justicia, antes de dolor y espinas hasta la llegada de la nueva tortilla. Su forma dorada y resplandeciente se alza anunciando un nuevo amanecer de prosperidad y esperanza, inundando nuestras vidas de alegría imperecedera.
 
La magia perfecta de la tortilla de Pater Juliano
Fotografía: Pater Juliano
La alquimia de la tortilla de patatas no deja de antojarse como un proceso ritual, lleno de magia, donde un chamán que hace las veces de cocinero, acompañado por sus acólitos y demás seguidores, transforma esos productos en bruto, tan primigenios, en la exquisitez deliciosa y suprema de una tortilla de patatas, plato de fina elaboración y contundente poder. En esa transustanciación se produce una química ideal que fusiona los elementos básicos y nucleares: el huevo, tan propenso a la profunda reflexión filosófica; la patata, tubérculo nunca suficientemente ponderado, salvador de la humanidad (o al menos de los irlandeses) en los momentos más torpes de nuestra existencia; y la cebolla, con ese toque sabrosón, casi desapercibido y disimulado en medio del marasmo orgiástico de la tortilla de patatas.
Desde nuestro pequeño y humilde blog queremos rendir homenaje a esas miles de tortillas de patatas que se cocinan cada día en muchos de nuestros hogares. Es este el motivo por el que hemos decidido encabezar esta entrada con una tortilla de patatas anónima, creada por obra y gracia de Pater Juliano, colaborador habitual que de nuevo nos ofrece su sabiduría y tiempo al remitirnos estas bellas instantáneas. Esta tortilla nos recuerda a todas aquellas que hacían nuestras madres, nuestras abuelas, nuestros padres y nuestros amigos. Todas aquellas que son hechas al calor del hogar, convirtiendo la cena en un especial momento de comunión en torno a la humeante tortilla. Por eso, nuestra consideración más absoluta a las tortillas de patatas de todo el mundo, las caseras, aquellas que nunca ocuparán las portadas de los periódicos ni de las revistas. Qué nuestro sentido homenaje a la tortilla de Pater Juliano se haga extensible a todas las tortillas de patatas que se han hecho en la historia; a aquella tortilla pionera de la que no conocemos el autor; y a todas las que se harán con la misma ilusión que la primera. A todas ellas, nuestro más sentido agradecimiento, con el más debido de los respetos…  
Durante una semana estaremos ausentes por motivos académicos y científicos. Antes de partir en busca de nuevas tortillas que compartir con vosotros, Angry Omelette quiere regalar a todos sus lectores una secuencia detallada de todo el proceso sublime de elaboración de una tortilla de patatas (por deseo expreso del autor de las fotografías y del cocinero, mantendremos el anonimato de ambos). Sin secretos ni tapujos, toda la realidad en una serie de instantáneas, desde la patata y el huevo a la tortilla final. Eso sí: como somos modernos e innovadores, para que nadie nos tache de inmovilistas, esta tortilla de patatas en cuestión lleva… ¡chorizo!
¡¡Si es que somos unos yeyés…!!
Patatas y cebolla
Los huevos

Batiendo
En la sartén
Tomando forma - Cara A
Tomando forma - Cara B
Milagro consumado

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